Los pasos a seguir son muchos, los cuidados también. Si alguno de los pasos se realizara incorrectamente, recién al terminar todo el proceso completo de fundición sería posible detectarlo, simplemente al observar el mal resultado de la pieza obtenida. Así, todo el proceso de moldeo y fundición se convierte en una tarea crítica de comienzo a fin.

Una vez fundida la pieza, es necesario realizarle todos los pasos de terminación requeridos para completar la obra. Diversas técnicas de cincelado, tanto sea a través del uso de herramientas de acabado y terminación como de martillo y cinceles para acabados manuales, permiten obtener la imagen fiel que el artista o escultor de la obra desea alcanzar.

Gestos, detalles, cabellos, superficies texturadas como ropas, telas, etc., son aspectos del metal que si bien ya son obtenidos con excelente nivel de detalle al momento de fundir, son necesarios remarcar y asentuar segun se crea conveniente.

Por último, es necesario otorgarle a la pieza el color definitivo deseado, a través del uso de pátinas y ceras que darán color y sensación de textura por un lado, y protección al metal por el otro ante el ataque de agentes invasivos y corrosivos que con el tiempo siempre es factible que aparezcan.

En el año 1933, PEDRO FONTANA ingresó a la fundición de bronce "Casa Plá" para empezar a trabajar a los 14 años de edad. Ubicada a solo una cuadra de su casa, en el barrio de Boedo -Buenos Aires-, él comenzó a aprender las antiguas técnicas de fundición al mismo tiempo que aprendía el abecedario en la escuela. Estaba fascinado con esa maravilla de fuego y chispas que provenían de tiempos pasados. Para finales del siglo XIX, sus maestros fundidores MIGUEL PLÁ y ANGEL REVUELTA, trajeron a Sudamerica las antiguas técnicas desde Catalunia, España, lugar donde el arte en bronce fué transmitido en toda Europa por generaciones.

Hacia mediados de la década del '30, "CASA PLÁ" se convirtió en la mejor fundición de bronce en Argentina, e incluso para algunos, de toda Sudamérica. La alta calidad de sus piezas y el creciente arte en bronce fué reconocido por escultores y clientes por muchos años, al tiempo que "Pedrito" mejoraba cada vez más. Pronto se convertiría en Jefe del taller, para más tarde ser socio del establecimiento, liderando con ello aquellos "años dorados" de la fundición. Luego de más de 50 años trabajando en el mismo taller, "CASA PLÁ" cierra sus puertas en el año 1991, dejando detrás de las mismas su mejor arte.

Pero PEDRO FONTANA nunca se detuvo. Siguió trabajando independientemente, alquilando espacios en diferentes fundiciones e incluso parte de su personal. Por esta época, en el año 1994, su nieto Carlos  Andrés Fontana  comenzó a aprender el oficio junto a él. Y nacía así el futuro heredero de su arte.

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